Tu piel: Cap.8

 Capítulo 8

La cena sigue tan normal, charlando de los diferentes negocios que tienen, risas de cuando Enfys era una niña sonriente y feliz. 

La verdad que solo tienen buenos momentos y recuerdos bellos.

Después de este dia tan extraordinario, nos montamos en el coche pero recibe una llamada con un numero desconocido, realmente lo pone en su móvil. La acepta y se le cambia la expresión de la cara. Aprieta la mandíbula y los puños contra sus rodillas. 

La miro sin saber que le dice. 


-Cambio de planes, vamos a dejarla en su casa-dice mientrás cambia de dirección su cara hacia la ventana- lo siento mucho por este cambio tan repentino, me ha surgido un problema que necesita toda mi ateción en estos momentos.

-No te preocupes, es natural que tengas que irte, un negocio que atender-le digo mientras le cojo el puño aún apretando con fuerza.

No despega su mirada de la ventana y apoya su móvil contra su barbilla.


Llegamos a mi portal, se baja para despedirse de mí. 

Con un cálido beso se vuelve a subir al coche y baja la ventailla.

-Entra, necesito ver como entras y llegas arriba antes de irme.

-De acuerdo, hasta luego.

Tras esto cierro la puerta del portal, me monto en el ascensor y entro en mi piso. Voy hacia la ventana del salón, la veo terminar de cerrar la ventanilla e irse con un aceleron.

No entiendo nada, pero conociendola seguro que estara bien.

Me voy dirección al cuarto, mientrás me voy desvistiendo poco a poco, dejo en el salón los tacones, me voy desabrochando la cremallera por el pasillo, y al llegar al cuarto me quito el vestido, las horquillas del peinado van cayendo conforme voy soltando el pelo. Estoy solo con la ropa interior de encaje, el corpiño lo he soltado facilmente aunque tenia otra cosa en mente. Voy al baño, solo en bragas y me miro al espejo, es hora de desmaquillarme ...

Ya metida en la cama con la camisa oversize miro el movil, son las dos de la madrugada, ninguna llamada ni un solo mensaje. Dejo el móvil encima de la carga inalámbrica y me duermo, mañana tengo dia de descanso, solo yo con mis pensamientos para inspirarme y escribir.


Son las diez de la mañana, asomada por la ventana del salón viendo como pasa la gente con prisas, tranquilos, mirando el móvil, los coches. El último sorbo de café me sabe a gloria. Lavo la taza y todo lo que he ensuciado para desayunar.

Voy baño para arreglarme y prepararme para salir. He escogido un vestido midi con medias transparente con mis botas de calcetines marrón chocolate, mi chaqueta vaquera y el bolso camel, aparte una totebag para llevar mi libreta de inspiración con el estuche lleno de bolis, lapices, gomas,... Ultima vez que me miro en el espejo de la entrada. Cierro la puerta y llamo al ascensor. Me vuelvo a mirar en el espejo, voy radiante, me siento bella. 

Espero el metro como otras cuarenta personas. Estoy emocionada por el día de hoy, hacía mucho que no lo hacía.

Llego a la puerta del Retiro, el parque más conocido de Madrid, aunque llevé viviendo toda la vida aquí, me sigue enamorando cada vez que vengo.

Empiezo a pasear sin mirar a donde ir.

Veo que el Palacio de Cristal está abierto , no dudo de entrar y ver la exposición que hay. Estoy deslumbrada, la temperatura aquí no baja ni sube, este efecto invernadero que tiene es maravilloso. Tengo los auriculares puestos con Wrecking ball- Midnite String, es justamente la música que requiere este momento.




Noto como unos brazos me abrazan por detrás, siguiendo el ritmo de la música.

-¿Tanto tenemos en común que hasta pensmos igual?-dicen unos labios en mi oreja libre de sonido.

Al girarme veo que es Enfys, va muy informal, nada de lo que estoy acostumbrada de ver, unos vaqueros ajustados dejando ver su figura trabajada, una camisa oversize camel y unas zapatillas del mismo color. Esta increíble.

-¿Cuando se han ido todos?-digo mientras miro a mi alrededor y noto que estamos solas.

-Desde hace ya unos diez minutos que llegado -dice mirandome de frente-mientras te veía como dibujabas dando vueltas en ti misma.

Aún sigo notando sus manos en mi cadera. Esta sonriendo como yo, sin creerse nada de lo que esta ocurriendo.

Parece que este momento lo han escrito solo para nosotras. 

Saco el movil del bolsillo de la chqueta para parar el sonido de la música pero en cambio lo que hace es quitarme el movil para desconectar el auricular y poner la música en altavoz. Se guarda el móvil en el bolsillo de delante con el altavoz hacía arriba , deja mil bolso y la totebag en el suelo para agarrarme y ponernos a bailar, y como si de una pelicula del siglo diecinueve fuera empezamos a bailar.

-No sabía que bailarás-le digo siguiendo sus pasos.

-Nunca me has preguntado-dice con una sonrisa.

Me quedo mirándola, aunque hayan entrado más personas , para mi solo existimos nosotras dos, en este mismo instante. Esta feliz, se le nota en los ojos achinados, no es una sonrisa como la que suele, es la sonrisa que me pone cuando llego o estamos juntas.


-Me gustaría preguntarte algo...-dice un poco nerviosa.



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