Tu piel: Cap. 1


Capitulo 1: Tu piel



Amanezco de nuevo, sola en casa. Me estirazo y enciendo la música. Suena la cadena que todos escuchamos a las siete de la mañana. Nada mejor que levantarte de buen humor... Ya, claro.
Me preparo el café al compás de la canción y mirando por la ventana veo el sol, que entra con sus rayos y su calor.

Me encanta. Me quedo quieta ahí unos minutos hasta que veo la hora, 08:39 a.m.
Salgo corriendo al vestidor y me pongo lo primero que veo. Un vestido de flores y unas bambas del mismo color que las flores. Cojo el bolso y la chaqueta vaquera. Me maquillo en el coche, no hay tiempo. Cierro la puerta y bajo por las escaleras, tarda mucho el ascensor y me cruzo con mis nuevos vecinos. Les saludó rápido y sigo corriendo. Maldigo el día en que me alquile el último piso de la última planta. Veo el coche aparcado en la cera de enfrente y me meto como si hubiera fuego en la calle.

Ya, en la oficina me doy cuenta que no me he traído el móvil. Menos mal que el whatsapp está conectado al pc de la oficina. Suspiro.
-Compañeros y compañeras, -la directora de marketing llama nuestra atención- os recuerdo que los que lleváis la campaña de BCN tenemos reunión a las doce en la sala diamante. Os espero allí.
Menos mal, hoy no hay reunión.

-Sara -mierda, pienso- tenemos que aclarar el tema del fondo de la programación de la precaución del VIH.
-Si, Cassandra, -sonrió y asiento- lo tengo anotado.

No me lo puedo creer por un día que tengo más libre, me toca quedarme en la oficina.
*chicas olvidar de mí hoy, no puedo hacer shopping con vosotras* mando por nuestro grupo de whatsapp.
*como va a ser eso???   :( es nuestra tarde de chicas*  me dice Angela, la chica mas buena del grupo.
*tengo la reunión del VIH chicas... con... Cassandra* mando en contestación.
*no puede ser enserio?!?!?!?!?!* otra del grupo se une a la conversación *vaya putadon tía*.
*que se la tire, que se la tire, que se la tire* dice Angela en su mas sentido del humor.
*pues tal vez me la tire, encima de la mesa redonda y vais a oírla de gemir mi nombre jajajajajaja* digo entre risas bajitas para mi.

Todos me miran y Cassandra se queda esperando a que preste atención, no deja de mandarme mensajes y sale la ventana emergente, putas chismosas. En verdad, las quiero pero cualquiera les dice algo.

Terminamos de organizarnos y nos vamos. 

Al menos es medio día y me da tiempo poder hacer algo de algo... Vale no suena muy bien, eso significa vagar por las calles de Madrid, y comprarme algo para comer y ropa... Voy a llamar  a mis amigas... Mierda y doy un zapatazo, tengo el movil en casa. Me doy media vuelta en un desvío, cambio de dirección. Vuelta a casa.

Al llegar me encuentro una nota por debajo de la puerta, cerrando la puerta empiezo a leerla, poco a poco.

<< Te espero en el hotel a la hora de siempre, comprate algo bonito, esta noche quiero desnudar tu piel con besos con sabor fresas. Te recogera un coche, no te olvides de venir con la cola,... Te espero.>>

La piel se me eriza y vuelvo, a pensarme bien lo que me voy a comprar y a quien voy avisar. Noto que pesa un poco más el sobre y al abrirlo, veo que hay dentro mil seiscientos euros con una tarjeta de hotel y un numero de habitación. Suspiro, fuertemente y huelo la nota. Huele a su perfume. M e quedo quieta pensando en la otra vez... Que deliciosa noche pase... Reacciono y miro el sobre, me tengo que comprar algo que le guste, y no sea repetido. Cierro de un portazo la casa. y bajo por las escaleras corriendo.

 Llego al coche, encuentro una rosa, miro a todos los lados y no veo nada. Me río.

Voy por la calle principal buscando alguna tienda de ropa interior que no haya tocado. y la unica que veo es una que hace esquina. Busco aparcamiento, y salgo corriendo. Cuando llego, la mujer me mira de muy mala manera, pero paso de ella. Solo estoy buscando una prenda sensual para su disfrute...
No me gusta nada de lo que hay, me doy otra vuelta, entrando más en la tienda, veo unas repisas al final, con tonos color vino rojizo, y encajes. Me acerco más para verlo mejor y tocarlo. Son unas ligas preciosas, junto con un corsé del mismo color, negro el encaje y el fondo de vino rojizo. Me tengo que parar para mirarme en el espejo y me imagino con ello puesto. Al final, me llevo el conjunto y un vestido acorde con ello. Seguro que le gusta.

Salgo corriendo de la tienda despues de pagarlo. Dirección casa, para darme un baño de espuma, relajarme, para que mi piel, huela a fresas. Ese gel me lo mando desde Italia.

Al llegar encuentro, otra nota debajo de la puerta. Ya van dos, normalmente solo me manda una... Me quedo extrañada.

<<No puedo esperarte más, necesito poder besarte, amarte esta noche...>>

No puedo creerlo, siempre nos vemos una vez en semana. Esta vez no esperaba que fuera tan pronto nos vimos hace dos días. Miro el reloj, mierda, me voy para el cuarto de baño y lleno la bañera de agua, hecho el gel y empieza a crecer la espuma... Una hora después, me encuentro ya en el vestidor con la caja y el conjunto delante de mí. Empiezo a vestirme y poco a poco, me voy  viendo en el espejo de cuerpo como me veo sentada colocandome las medias de encaje, se me acelera la respiración solo de pensar en lo que puede hacer con ella. Llegan a medio muslo, y las tenso con los enganches a la cintura del corsét. Me sube el pecho y me deja un busto demasiado bello. Abro la otra caja, y saco el vestido negro, lo saco con sumo cuidado contemplando la tela. Es muy elegante, con una pequeña parte abierta que llega hasta la cintura, no se nota al andar. Lo coloco sobre mi cuerpo, y me miro. Dios me encanta. Me acerco al tocador y empiezo a maquillarme muy ligeramente pero con toques elegantes, perfilador de labios rojo, un poco de mascara de pestaña, un poco de polvos, y ahora el pintalabios rojo vino... De nuevo cojo el vestido y me lo pongo. Lista. Escucho que tocan en el porterillo. Apunto.

Salgo por la puerta y cierro, al abrirse las puertas del ascensor veo como mis vecinos que llegan a estas horas me miran sorprendidos, el chofer, no me esperaba así, se le nota en la cara. Voy bien entonces. Miro por la ventana del coche, todas las luces me parecen diferentes desde este punto. No soy yo la que esta aquí, es otra versión de mi misma y lo sé.

Llegamos al hotel,me abre la puerta y salgo. Miro para arriba es el mejor hotel de la ciudad. Me abren todas las puertas. Miro dentro de mi bolso de mano, y veo la habitación, 899. Siempre el mismo numero. Ya estoy aquí. Me subo en el ascensor y al girarme, veo que todos me estaban mirando con la boca abierta. Me río.

Llego a la habitación, la abro, y todo su interior esta lleno de rosas en el suelo, y velas, la luz esta muy leve, suena mi música. Veo su cuerpo espectacular en la terraza, se esta tomando una copa de vino, mientras mira la ciudad a sus pies. No puedo decir ni una palabra. Ahí, por mí. Cierro la puerta y se gira, con una sonrisa en la cara.

- Te estaba esperando, preciosa.










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Un saludo, servidora.

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