Relato.

Esta vez es algo mas diferente a lo que estoy acostumbrada a escribir. Pero es algo que tengo en mente y que mejor que aquí. Allá voy.

"Estar sentada en la noche oscura en el parque de mi calle como único compañero la música que sale de mis auriculares, directamente en mis oídos. No pienso en nada pero a la vez pienso en todo. De pronto, se para la música y el resplandor de la pantalla de mi móvil me indica que es una llamada. Veo el número, el nombre y su foto. ¿que hace llamándome a estas horas? Acepto la llamada.

-¿Sí? - digo con preocupación.
-Hola. ¿como estás? - dice con entusiasmo.
-Hola. Bien, tomando el fresco ¿y tú?
-Bien, esto... ¿te apetece tomar un refresco o hacer algo?
-La verdad es que no, si quieres puedes venirte al parque de mi calle y te bebes una cerveza.
-Me parece bien, en 10 minutos estoy ahí - m
e quedo mirando la pantalla después de colgar y que se reanude la música. No entiendo esta llamada.


Al cabo de unos minutos, veo aparcarse un coche enfrente del banco donde estoy sentada. Es ella. Hacía mucho tiempo que no la veía. Se baja del coche y se sienta a mi lado. Me abraza pegando su mejilla a la mía. Estoy en shock. No sé que hacer. 


Rompe el hielo contándome las cosas que ha estado haciendo durante este tiempo. Yo solo la escucho y la miro, a veces sonrío y otras río. sinceramente, me gusta que me haya llamado. Empezamos a recordar viejos tiempos. Tiene un brillo en los ojos tan especial que no los recordaba del color que eran. Empieza hacer frío y decidimos irnos a mi piso que está cerca para seguir hablando. 


Al llegar se queda mirándolo. Le entrego una lata de cerveza y nos sentamos en el sofá mientras seguimos hablando y recordando aquellos tiempo en los que eramos solo ella y yo. Nos callamos un momento y me levanto para tirar la lata. Acto seguido hace lo mismo, me rodea con un brazos por la cintura, con el otro aparta el pelo de mi cuello para besarlo y susurrarme al oído "no sabes como te he echado de menos durante todo este tiempo". Cierro los ojos en ese momento. Me dejo guiar por sus manos que han entrado en mi ropa acariciando mi piel. Se acelera mi respiración "me gustaría poder sentir tu piel como aquella noche antes de irme" no puedo responder, solo me dejo guiar por sus manos expertas que recorren mi torso bajo la camiseta.


Me da la vuelta para quedar mirándola de frente. Cogiendo mi cara con una mano me besa suavemente con la otra acerca mi cuerpo inerte al suyo. Nos besamos como nunca antes nos habíamos besado. Se enciende el fuego que tanto tiempo lleva buscando la llamarada que lo encienda. Me pega a la pared, aprisionandome contra ella. Me quita la camiseta que se queda en el suelo junto con su camiseta de cuadros azul. Me besa el cuello, los hombros, por medio del pecho bajando con sus manos al lado de mi cuerpo, llega a la barriga besándome y dejándome un pequeño mordisco. Desabrocha mi pantalón haciéndolo caer con sus manos que se deslizan por mis piernas.


Introduce su mano entre mis piernas y las sube desde los tobillos hasta rozarme en las bragas que están húmedas deseosas de ser arrancadas por sus dedos. Sube dándome besos desde coño pasando por mi ombligo, mi barriga, por debajo de mi sujetador, entre medio  de este, por mi hombro, cuello hasta llegar a mis labios. Sus manos juegan con mi cuerpo, acariciando una piel erizada por su contacto. Uno de sus dedos se enganchan en mi sujetador jugando con mi pezón que esta inquieto por su roce constante. Mi entrepierna cada vez se abre más solo por simple roce de su pierna en ella. Los cuerpos deseosos de poder empezar con este baile. Sonríe por mi cara de deseo. La mano del sujetador hace un recorrido siguiéndolo hasta llegar al broche y lo desata cayendo al suelo. Su sonrisa me mata porque es algo que estaba deseando y se le nota en su mirada que esta dilata por el deseo. Sus dos manos sujetan fuertemente mis pechos volviéndome loca por la fuerza con la que los coge y el roce de sus manos en mis pezones. Se pega más a mí y me falta el aire. A continuación baja una de sus manos a mi entrepierna que está abierta y preparada para que sus dedos jueguen con ella. Solo al rozarlo dejo escapar un suspiro. Acerca su boca al pezón que esta libre y empieza a chuparlo, lamerlo, juega con su lengua en él mientras su mano se desliza entre mi clítoris y sus dedos mojados por la sed de tacto. De pronto, los introduce dentro de mi haciendo que grite de placer al notarla dentro de mí. Sigue su tarea provocando que quiero besarla y gritar su nombre "no sabes cuando te deseo..." dice mientras acelera el ritmo en mi entrepierna que desea parar pero no quiere... En la última, sacudida de pasión por su parte, se acerca a mi boca y me besa antes de explotar en mil pedazos entre sus manos."




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