Relato 2: Noche oscura
Acelero la moto.
Esta moto que me
regalaron al cumplir los dieciocho. Esta moto que me ha llevado a ganar más de
una carrera en las noches del sábado. Carreras de las cuales voy antes solo
para verla a ella. Esa morena de ojos azabache que me tiene enamorada desde la
noche en la que gane la Kawasaki azul metalizada. Esa chica me tiene loca y
Héctor, mi amigo desde que empecé en esto, lo sabe.
Adelantando
coches por la autovía y acelerando cada vez más. Estoy a punto de llegar a la
zona donde apuntamos esta carrera. Ahí está. Con una chaleco vaquero y una
camiseta pegada a juego con unos vaqueros desgastado y rotos. Me quedo
mirándola y ella a mí. Montada todavía en la moto apagada y con el casco en el
manillar de la moto pero de todo sueño te despiertan y ahí esta Héctor para
hacerlo.
-Vamos princesa
te toca correr y esta noche va a ser interesante.
Me quedo
mirándolo sorprendida sin saber el porqué de sus palabras. Me acerco al punto
de salida. Paro y coloco el casco en mi cabeza.
-Buenas noches
corredores, hoy han pedido que sea un poco más difícil, esta vez tendréis que
llevar a un compañero detrás de vosotros vuelto de espalda sin agarrarse a nada
solo con equilibrio. Chicas acercarse a las motos y montarse.
En esto se
acercan las chicas y esperando a una chica. Huelo una fragancia que entra en mi
nariz haciendo que gire mi cabeza para ver una cabellera negra y unos ojos
verdes. Me quedo fijamente mirándolos hipnotizada. Solo el rugir de un motor me
saca del embelesamiento. Miro a mí alrededor y veo que todos están preparados
para salir cuando nos den la señal.
Se escucha un
disparo. Los motores se aceleran. Las motos se separan haciendo maniobras
diferentes al llevar a una persona detrás. Cada moto hace un recorrido
diferente. Mi chica. La chica de atrás no se puede caer. Giro bruscamente hacia
la derecha al escuchar como un motor se acerca. Cruzamos los dos puentes
adelantando cada moto con sus chicas detrás. Giro en el tonel con cuidado.
Volvemos a cruzar un puente y solo me falta una por adelantar y ganar la
carrera. Vamos en paralelo cuando cruzamos el segundo y a unos cincuenta metros
de la meta escucho detrás de mi
-No le puedes meter más caña a este cacharro.
Acelero el motor
como nunca antes lo había echo. Pasando por la meta y frenando. Al llegar se
baja, me quita el casco y acercándose a mi oído
-Muy bien hecho, no esperaba menos de ti-me da un beso en
los labios, dejándome en una mano un papel.
La veo marcharse
moviendo su culo, colocándose el pelo y poniendo sus manos en los bolsillos de
atrás del pantalón. Se les acercan unas amigas y se va.
Héctor se acerca
dándome una palmada en el hombro.
-Ey, princesa toma tu parte, te lo mereces nos has dejado con los huevos
en la garganta.
No atiendo más a
sus palabras. Miro mi mano donde tengo un papel con un número, su número. Me
coloco el casco de nuevo, cojo el dinero de la mano de Héctor y salgo corriendo
en busca de ella. Escucho a lo lejos a Héctor gritar mi nombre.
Veo a muchas
chicas pero no a ella. Sigo buscando y ya la veo acompañada de sus amigas.
-Sube - le digo.
Me mira
incrédula pero al ver la moto sonríe y se monta. Acelero con una sonrisa en la
cara y a ella detrás agarrándome por la cintura. Voy por las carreteras de
pueblo donde no andan los policías. Llegamos a la playa. Se baja sin decirle
nada. Aparco la moto y me bajo.
Desabrocho la
chupa de cuero que llevo y me arreglo el pelo un poco. Se queda apoyada en una
palmera. Me acerco a ella desde atrás. Le aparto el pelo del cuello. Se lo beso
suavemente. Cogiéndola de la cintura. Se da la vuelta y me mira. Me besa otra
vez en los labios. Esta vez más intenso. Me descubre la chaqueta dejándola caer
al suelo. La pego contra la palmera, besándole, deshaciéndome de su ropa poco a
poco mientras ella hace lo mismo. Estamos semidesnudas, solo con los pantalones
y están desabrochados. Le quite el sujetador y cogiéndole un pecho fuerte,
rozando el pezón con un dedo. Mi otra mano descendiendo por su cuerpo hasta
toparse con su entrepierna. Ella, una mano, ya dentro de mi entrepierna, sonríe
pícaramente. Entro dentro y salgo de ella de forma rápida haciéndole perder su
propio ritmo. Posa una mano en mi cara mientras entro y salgo de ella. Su cara,
un poema de placer constante. Sus labios emiten gemidos celestiales. Sus ojos
muestran el deseo. De pronto sube las manos por lo alto de su cabeza
agarrándose a la palmera que la sostiene y gritando de placer explota en mi
mano, dejándome todo su sabor en ella. Me acerco mi mano a la boca y me chupo
los dedos, ella se acerca a mis labios y me besa, tomando su sabor de mis
labios.
-No te vas a escapar, ahora voy yo
De un
movimiento, me tiende en el césped de la arena. Me besa los labios, el cuello,
el canalillo desabrochando el sujetador, que tiene el cierre delante. Juega con
mis pezones dejándolos duros. Baja una mano, para tocar la humedad que
desprende mi entrepierna. Entra en mí mientras su lengua juega con mi otro
pezón. Grito de placer
-Oh si nena, si - entra de golpe
en mi dejándome sin respiración un momento.
Creo que voy a
explotar cuando baja su lengua hasta mi entrepierna. Noto algo en ella. Eso
hace que empiece a sentir. Hasta que no puedo más y ella dice
-Vamos hazlo, quiero poder degustarte.
Exploto dejando
todo lo que ella ha producido en mí en su boca. Por ultimo me da un lametón.
Sube por mi cuerpo y apoyándose en mí me mira antes de decirme
-Creía que ibas a tardar menos en buscarme.
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